viernes, 23 de agosto de 2013

El origen del mal


El origen del mal


Leyendo a León Tolstói sobre “El origen del mal” ha despertado mi curiosidad ¿Cuál será el origen del mal? en este libro se exponen varios orígenes: el hambre, ira, miedo o la naturaleza humana.
¿Será que nuestra naturaleza es mala?

Todo mal se genera por la frustración este sentimiento despliega miedo, el miedo es egoísmo y el egoísmo es el mal antropológico, en efecto, la frustración es la ausencia total y radical de esperanza.
¿Cómo se genera la frustración? Siempre se tiene la idea o esperanza de que algo o alguien debe ser así y no de otra forma, y cuando la realidad no es como se pensaba se genera frustración, resignación, desesperanza, pesimismo, odio hacia la vida y los demás.

La mayor de las veces nadie nos enseña a lidiar con la frustración o cómo enfrentarla o superarla, y el no sentirse amado, experimentar que la amistad, la vida, la familia, la economía, el matrimonio, el sexo, no es como se pensaba cansa la existencia.

 La máxima frustración es el saber y ver que mueres, que existen cosas que te roban la vida o que te matan, económicamente, afectivamente, personalmente, laboralmente, y esta es la máxima frustración, este sentimiento despliega una naturaleza humana “matar en defensa propia”.
Matar o aniquilar lo que te está haciendo daño, lo anulas haciendo algo que te haga olvidar aquello que te aniquila, este es el origen de los vicios (la definición de vicio: es la repetición de un acto malo) sin embargo, definiría un vicio: como la válvula de escape que hace resignarte a aquello que no te gusta y te esta hiriendo y hace olvidar la vida que tienes.

Ante esta máxima frustración despliega miedo a morir o a experimentar la muerte en vida. Por eso el hombre es egoísta, asesina, abusa, corrompe, genera placer pervertido que satisface sus instintos más bajos y retorcidos, y se muestra como hoy lo conocemos “Un monstruo”. Tolstói



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