lunes, 9 de marzo de 2015

consejos para ser un buen estudiante

¿De qué te servirán las técnicas de estudio? Te facilitarán los aprendizajes académicos y te ayudarán a obtener mejores resultados en los exámenes, sobre todo cuando empieces la secundaria.



1. Presta atención: los buenos hábitos de estudio empiezan en la clase

He aquí algo que probablemente te sorprenderá: ¿sabías que antes de que te pongas a estudiar ya has empezado a hacerlo? ¿Cómo es posible? Cuando prestas atención en clase y tomas buenos apuntes, estás empezando el proceso de aprendizaje y estudio.

¿Te cuesta prestar atención en clase? ¿Te sientas cerca de una persona que habla mucho o es muy ruidosa? ¿No ves bien la pizarra? Asegúrate de sentarte en un buen sitio para poder prestar atención. Si hay algo que te impide prestar atención o tomar buenos apuntes en clase, coménteselo al profesor o a tus padres.




2. Los buenos apuntes facilitan el estudio

¿No sabes tomar apuntes? Empieza anotando la información que explique o escriba en la pizarra tu profesor durante la clase. Intenta hacer buena letra para que después entiendas tus apuntes. También es una buena idea tener los apuntes, exámenes, pruebas sorpresa y documentos de trabajo ordenados por asignaturas.

                                                                         Imagen tomada de: corbisimages.com







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3. Si planificas el estudio con antelación, luego te alegrarás de haberlo hecho.

Esperar al jueves por la tarde para estudiar el examen del viernes te obligará a hincar los codos durante toda la noche, ¡lo que no tiene nada de divertido! Además difícilmente darás lo máximo de ti mismo si no pegas ojo en toda la noche. Todos posponemos cosas de vez en cuando. Una de las mejores formas de asegurarte de que eso no te pase a ti es planificando el tiempo de estudio con antelación.
Pide un calendario, uno que te guste y que puedas tener cerca de tu escritorio o lugar de estudio y anota las fechas de entrega de los trabajos escolares y de los exámenes. Luego planifica cuánto tiempo dedicarás cada día a estudiar cuando salgas del colegio o instituto y cuánto tiempo dedicaras a cada asignatura. ¿Las clases y actividades extra escolares hacen que te resulte difícil encontrar tiempo para estudiar? Pide a tu madre o padre que te ayuden a diseñar un horario para organizarte el tiempo.


4. ¡Divídelo en cachitos!

Cuando tengas que estudiar mucho material, te ayudará dividirlo en cachitos. Supongamos que tienes una prueba de ortografía sobre 20 palabras. En vez de pensar en todas las palabras a la vez, intenta dividir el trabajo en bloques de cinco palabras y estúdia uno o dos bloques cada día.
No te preocupes si no  acuerdas de algo que has estudiado primero. Ahí es donde entra en juego la práctica. Cuantos más días dediques a repasar algo, más probabilidades habrá de que se te grabe en la memoria. 
Otra forma de dividir el material en bloques es estudiando regularmente en vez de dejarlo todo para el último día. La tarde previa al examen puedes dedicarla a repasar los apuntes o a releer los temas. O, si estás estudiando matemáticas o ciencias, puedes hacer problemas para practicar.

¿Cuánto tiempo seguido puedes estudiar cada tarde? Tu profesor puede ayudarte a saberlo. La mayoría de los cerebros solo pueden concentrarse atentamente en algo durante unos 45 minutos. O sea que, si ya llevas un buen rato estudiando y notas que te empieza a costar mantener la atención, prueba a hacer una pausa yendo a buscar un vaso de agua o dándote una vuelta por tu casa ¡Pero no caigas en la tentación de poner la tele y/o dejar de estudiar!








5. Si estás estancado, pide ayuda

Imagen tomada de: corbisimages.com
No se puede estudiar bien cuando uno no entiende la materia. Asegúrate de pedir ayuda a tu profesor si hay algo que no acabas de entender. Puedes intentar salir del bache releyendo tus apuntes. ¿Te aclaran algo? En caso negativo, pídele al profesor que te lo vuelva a explicar o que reviséis juntos tus apuntes. Si te estancas mientras estudias en casa, tal vez tu madre o tu padre puedan echarte una mano.







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6. ¡Duerme a pierna suelta!

El examen es mañana. Tú has seguido tu plan de estudio y has aplicado las técnicas que te hemos explicado pero, de repente, tienes la sensación de que no te acuerdas de nada, ¡ni siquiera de cuánto son 2+2! ¡No te dejes dominar por los nervios! Tu cerebro necesita tiempo para asimilar toda la información que ha incorporado. Intenta dormir bien por la noche y mañana te sorprenderá lo bien que te sabes la materia.



















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