jueves, 5 de septiembre de 2013

La drogadicción en las escuelas


Es increíble observar como cada vez es más recurrente las drogas en los jovenes escolapios, por lo general son jovenes desorientados, de familias destruidas o simplemente no tienen alguien que les interese o se interese por ellos, lo más recurrente es que los jovenes no sienten un verdadero sentido a la vida, y es increíble ver que jóvenes entre 15 y 20 años ya le perdieron sentido a su vida en pleno inicio de ella, llevando una vida errante, de tristezas y frustraciones, la vida les ha desepcionado, la gente en quien confían les han fallado y las equivocaciones las han tomado como verdaderas, queriendo olvidar algo que no les gusta, que les lastima, como todo hombre que tiene problemas, sólo que ellos reaccionan como lo que son !niños!
A veces existen problemas que superan nuestras fuerzas y esto no sólo pasa con los jóvenes también con los no tan jóvenes.
A veces confundimos educación con tener muchos contenidos académicos en la cabeza, cuando en realidad es preparar a los alumnos para lo que esta afuera, e=fuera ducare=guiar, es decir, para enfrentar los problemas.
A veces lo que se enseña en las aulas no sirve para la vida, nadie nos enseña como vivir, nadie nos enseña como elegir o tomar decisiones, a veces nadie se atreve a decirnos la verdad, es por eso que la educación sin investigación no puede ser la verdadera educación.
En un mundo en donde la razón se ha vuelto irracional y la vida es la que mejor se venda, en donde lo malo cada vez es más común que sea bueno ¿Quién se atreverá a decirnos la verdad?
Alguna vez me preguntaron ¿por qué el hombre se educa? y ¿por qué el hombre es el único animal que se esmera por conocer?
Algunos hombres leen porque quieren hablar mejor, otros porque quieren escribir, otros porque quieren pensar, pero hay otros porque quieren conocer la verdad, se ven inmersos en un mundo de incertidumbre, reconocen su miseria y pobreza no sólo académica, intelectual sino vital, que ni siquiera saber decidir bien, que aprenden a base de errores y horrores.
El hombre se educa porque quiere saber la verdad y conoce por que no le gusta la incertidumbre, quiere lo seguro en esta vida, alguna vez dijeron que el inicio del pensamiento fue la admiración, pero yo creo que fue el escandalo de la muerte, darse cuenta que en la vida existen cosas que matan y no sólo físicamente,  en la ausencia total del Ser, sino que se puede vivir en la muerte, en el sin sentido, en palabras de Jean Paul Sartre: en la nausea, en el abismo de la nada.
Los errores cometidos ya no se pueden corregir, pero el presente se puede transformar, se necesita educar en la fortaleza, es decir, enseñar a los niños a ser hombres cuando les toque ser hombres, y a no ser cobardes cuando el absurdo y los problemas vengan.

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