Carlos Monsiváis (1938-2010)
Reseña del ensayo "Los Rituales del Caos"
He leído muy poco de Carlos
Monsivais, sin embargo al toparme
con este ensayo, me llamó la atención el
título, y me propuse leerlo. No me
arrepiento, porque he hallado en él cosas
que pocas veces se presentan así tan críticas, escuetas, directas, analíticas,
reflexivas, hirientes, de nuestro México, D.F., duele porque finalmente todos somos mexicanos.
Enunciados como éste, que te dejan
pensando “-¿A dónde se fue el
chovinismo del “Como México no hay dos”?”-
Y enseguida responde que no muy lejos, y que éste regresó en forma
de catástrofe y estallido demográfico.
Su lenguaje es peculiar y
entretenido, nos habla de la Cd, de México, de sus habitantes, de como resisten
una situación, nos dice él, invivible. Mencionando que es una ciudad apocalíptica
donde sucede todo y nada. Donde se vive y no se vive.
Nos habla de como la gente del
D.F., a través de la religión, del box, del futbol, del patriotismo, de sus
festejos en el Ángel de la Independencia, de Tepito, la Merced y la Lagunilla
mantienen una postura incólume, viviendo
la mayoría de las veces, aparentando que
no sucede nada, que todo está bien, que alguna vez se van a sacar la lotería; que
si el hambre los tira el orgullo tepiteño los levanta; que ahora si los
políticos les van a cumplir; que tarde o
temprano sus problemas económicos se van a resolver; que ya se acostumbraron a
la contaminación; que ya ni modo que ahí les tocó vivir. Pocas veces enfrentando
la realidad que les agobia.
He aquí una parte del texto:
“Quedarse en la capital de la república es
afrontar los riesgos de la contaminación, el ozono, la inversión térmica, el
plomo en la sangre, la violencia, la carrera de ratas, la falta de
significación individual. Irse es perder las ventajas formativas e informativas
de la extrema concentración, las sensaciones de modernidad (o de
postmodernidad) que aportan el crecimiento y las zonas ingobernables de la
masificación. A la mayoría, así lo
niegue con quejas y promesa de huida, le alegra quedarse, atenida a las razones
de la esperanza: esto se compondrá de
algún modo/lo peor nunca llega/antes de la catástrofe lograremos huir…/
En este ensayo menciona a
escritores como Carlos Fuentes, con obra “Agua quemada”, en la cual uno de los
personajes reflexiona y dice:
“Le daba vergüenza que en un país de iglesias y pirámides edificadas
para la eternidad acabará conformándose con la ciudad de cartón, caliche y
caca. Lo encajaron, lo sofocaron, le quitaron el sol, el aire, los ojos y el
olfato”
Y así como a Fuentes,
menciona también a Dostoievski, José
Ortega y Gasset y Gustave Le Bon, los cuales en algunos de sus
escritos también comentan cuestiones de otras ciudades y de situaciones como
las que presenta la capital de la República.
Me hizo recordar a dos grandes
personajes tales como Octavio Paz y su “Laberinto de la Soledad” y a los
retratos musicales que hizo del D.F., Chava flores… “a que le tiras cuando
sueñas mexicano” o “México Distrito Federal, México Distrito Federal….”
Leyendo este ensayo uno conoce un
poco más de nuestro país en general y de
los sueños que su población tiene y que espera que algún día se hagan realidad. Somos un país y un México Distrito Federal,
lleno de esperanzas que nos mantienen vivos o muertos, según sea el caso.
Espero que les interese leer este
texto, retrato de los defeños.
Maestra Imelda Becerra Román
Biografía: Monsiváis
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